Hay Madres y Madres...

Primero deberíamos hablar de las madres abnegadas (en las que, por supuesto, no me incluyo). La verdad es que yo les profeso gran admiración, no se de donde sacan la paciencia, o casi diría que disponen del doble de paciencia: una madre abnegada tiene su propia paciencia más la mía, vamos la que me falta a mi. Me hubiera gustado ser una de esas madres: que están orgullosísimas de sus hijos, que los quieren por encima de todo, que son el centro de sus vidas (a veces desplazando a los maridos) etc... Pero no, yo no entro en ese grupo. Más bien me sitúo en el grupo de las Malas Madres.
Si bien he de aclarar, que las Malas Madres no dejamos de querer a nuestros hijos por encima de todo y daríamos la vida por ellos si fuese necesario, no solo Belén Estéban va matar por su hija no?...
Pero me queda a mi una sensación amarga cuando a veces pienso que si me hubiesen contado lo que era la maternidad de verdad, a lo mejor me lo hubiera pensado un par de veces...
Desde luego para mi gusto, el que dijo aquello de que "la maternidad es lo más bonito que le puede pasar a una mujer" o era un gilipollas o era básicamente un hombre, ya que estos no se enteran ni de la mitad de lo que nos pasa a las mujeres desde el momento que concebimos un hijo... (pero esto es otro tema)
No es que me arrepienta de haber tenido a mis dos churumbeles, de hecho ahora pienso qué sería de mi sin ellos, pero es que se me hace muy cuesta arriba esto de ser madre.
Una ya no es lo que era: con lo que me gustaba a mi dormir hasta las tantas, maquillarme y arreglarme tranquilamente para salir, era súper activa y alegre. Ahora estoy vieja, mustia y físicamente hecha un ocho.
Ahora, me despierto cuando ellos dicen, por supuesto ni me arreglo ni me maquillo (salvo que haya algún tío/tía, abuelo/abuela que les eche un vistazo mientras lo hago, pero rapidito igualmente), con un lavado de dientes y una coleta es suficiente para salir... Ya no soy súper activa, porque estoy siempre súper cansada, estoy de mal humor porque estoy súper cansada, ya no hay sexo como me gustaba a mi antes cuando era libre, porque estoy súper cansada :D  y así van las cosas...
Bueno creo que esto nos pasa tanto a las madres abnegadas como a las malas madres, la diferencia estriba en que mientras para unas es una bendición y lo cuentan con una sonrisa en la cara "mira mi Pedrito cómo me ha puesto la blusa de potito al darme un manotazo", otras (véase mi caso) lo cuentan con un cabreo de mil pares de demonios "mira el hijo puta del niño como me ha puesto la blusa de los cojones".
Pero bueno, a la hora de llevarlos a la cama todas pensamos igual: "mira qué angelito como duerme"